Creencias limitantes. Rompe tus cadenas mentales.

4–7 minutos

En el Tip anterior definimos qué era la Autoestima y qué componentes la formaban.

Es importante hacer una pausa en uno de esos componentes y profundizar un poco, ya que su influencia en nosotras/os es inmensa. Ese componente son LAS CREENCIAS.

Las creencias, son las ideas y juicios que tenemos profundamente interiorizados sobre nosotras/os, el mundo y los demás. Lo interesante (y problemático) de las creencias es que les damos inconscientemente una credibilidad del 100%, por tanto, condicionan cómo nos comportamos y a la vez, nos cuestan de identificar.

¡Eso sí! Por experiencia propia. Cuando decides hacer un trabajo personal y las ves, ya no las puedes dejar de ver. Es entonces cuando las puedes modificar, y todo cambia.

Nuestras creencias se van formando a partir de los mensajes que nos van transmitiendo des de la infancia y a partir de las conclusiones que sacamos de las experiencias vividas. Estas creencias influirán en cómo interpretaremos los acontecimientos que nos sucedan las próximas veces. Y no las pondremos en tela de juicio, es decir, para nosotras/os ya serán verdades absolutas.

Por ejemplo, si alguien traiciona nuestra confianza, se puede generar la creencia interna de “no puedes fiarte nunca de nadie”. Si no la cuestionamos, es decir, vemos que esos absolutos (nunca y nadie) son exagerados y limitantes, se quedará esa creencia dentro nuestro, nos volveremos desconfiadas/os y nuestras acciones irán en esa dirección (dejaremos de hacer cosas por miedo a que nos traicionen y perderemos oportunidades para crecer y conocer gente maravillosa).

¿Ves cómo funcionan?

Pero como todo en la vida, las creencias también tienen su lado amable. Y como existen las creencias que nos limitan también existen las creencias que nos ayudan.

Existen dos tipos de creencias:

  • Las creencias potenciadoras: son aquellas ideas que nos impulsan a la acción, nos dan confianza y nos ayudan a avanzar para conseguir lo que nos proponemos. Estas creencias ayudan a nuestra autoestima y nuestro bienestar emocional.

Ej: si me esfuerzo podré conseguir lo que me propongo, voy a poder…

  • Las creencias limitantes: son aquellas ideas que nos impiden afrontar retos, nos limitan y nos generan inseguridad respecto a nosotras/os mismas/os.

Ej: no soy suficiente, no soy capaz de… [Rellena aquí lo que se te ocurra]…

Y no podemos hablar de creencias limitantes sin nombrar a Albert Ellis (psicoterapeuta estadounidense) padre de la terapia racional emotiva conductual.

Él decía que gran parte de los problemas psicológicos y emocionales de las personas se debían a esos patrones de pensamiento irracionales, a los que llamó Creencias Irracionales. Esto fue un gran avance para la psicología cognitiva.

Ellis decía, que “No son los acontecimientos los que nos generan los estados emocionales, sino la manera de interpretarlos”. Por lo tanto, si somos capaces de cambiar nuestros patrones de pensamiento, seremos capaces de generar estados emocionales más positivos.

Él se dio cuenta que había creencias compartidas por todos los seres humanos, y definió 11 creencias limitantes generalizadas.

Pero lo más importante es que se dio cuenta de que todas ellas acababan girando alrededor de 3 nociones básicas:

  • Tengo que actuar bien y tengo que ganar la aprobación por mi forma de actuar.
  • Todas las personas deben actuar de forma agradable, considerada y justa conmigo; si no lo hacen, son despreciables y malos y deben ser castigados.
  • Las condiciones de la vida deben ser buenas y fáciles para que pueda conseguir prácticamente todo lo que quiero sin mucho esfuerzo e incomodidad.

¿A que al leerlas no te han parecido tan descabelladas? Claro, porque como investigó Ellis, todas/os las llevamos dentro.

¿Y cómo las identifico?

Un truco:

Las creencias limitantes son: INFLEXIBLES (es blanco o negro, no hay grises), ERRÓNEAS y ABSOLUTAS (tienen incorporadas algún siempre, nunca, todos, nadie…). Además, no te hacen sentir demasiado bien.

Ejemplo: (al dejar una relación) “Nunca me volverá a querer nadie”. Ahí lo tienes: nunca, nadie y no puedes saber si eso es verdad o no, por tanto, es errónea. Y precisamente, bien, esta idea no te hace sentir.

Si te paras a reflexionarlas ves enseguida la autotrampa que te estás haciendo.

En esta línea también es importante nombrar al psicólogo Taibi Kalher. Después de varios estudios, identificó unas creencias que tenemos la mayoría, que aparentemente son positivas, pero en realidad son muy limitantes.

Estás son:

  • Sé perfecto: «Quiero hacer todo bien: a la primera y sin fallos. Perfecto hasta el más mínimo detalle».
  • Sé fuerte: «Quiero ser capaz de hacer las cosas por mí mismo sin ayuda de nadie. Tener que pedir ayuda sería una muestra de debilidad, un fracaso».
  • Complace: «Quiero agradar y gustar a todo el mundo. No quiero enfadar, disgustar o contrariar a los demás».
  • Date prisa: «Quiero aprovechar todas las oportunidades y no dejar pasar ningún tren. El tiempo es oro y no hay que perderlo ni desperdiciarlo».
  • Esfuérzate: “Quiero alcanzar metas muy ambiciosas. No importa el esfuerzo o el sacrificio que impliquen. Aunque parezca imposible, hay que esforzarse.

¿Te identificas con alguna? Yo sí, para que engañarnos.

Lo bueno de las creencias es que las podemos transformar si las identificamos. Tenemos el poder de cambiarlas, incluso eliminar aquellas que no nos hacen sentir bien y nos limitan.

Ahora debes pensar, “¿Y cómo se hace? Seguro que es muy difícil y requiere mucho tiempo y esfuerzo. No creo que sea capaz”.

¡Ojo, que te ha saltado una creencia limitante!

La clave está en:

La técnica del ABCDE (o técnica del debate cognitivo) es la más utilizada para deshacer creencias limitantes. Yo la he usado (y la sigo usando) conmigo misma y te aseguro que funciona.

¡Vamos a verla!

HERRAMIENTA (5): El debate cognitivo (o ABCDE)

Esta herramienta consiste en cuestionarte de forma racional una idea que tengas muy arraigada.

Inicialmente yo recomiendo hacerlo por escrito, ya que así se interioriza más. Pero una vez cogida la práctica, lo podrás hacer mentalmente y de forma rápida. Así lo hago yo ahora, después de gastar muchos folios.

Cuando vivas una situación que te genere malestar (no hace falta que sea un gran malestar) reflexiona usando una tabla con estos 5 apartados:

Vamos a verlo con un ejemplo:

Que diferente pensar B o E, ¿verdad? 😉


BIBLIOGRAFIA

Ellis, A., Lega, L. I. y Caballo, V. E. (2009). Teoría y Práctica de la Terapia Racional Emotivo-Conductual. Editorial Siglo XXI.

O´Connor, J. y Lages, A. (2005). Coaching con PNL. Editorial Urano.