En general, no nos paramos a pensar sobre la sensación de tener un “hogar”. No hablo de un espacio físico como es una casa o un piso, sino de la ciudad en la que vivimos. El lugar donde al volver de vacaciones, aunque haya sido por poco tiempo, sentimos una sensación de familiaridad, seguridad y calma.
Es importante para el desarrollo de la identidad personal tener un hogar, un lugar del que sentir que se forma parte. Pero a veces por circunstancias de la vida, hay que marcharse de ese lugar y empezar una nueva vida en otro, entonces ¿Qué pasa con nuestro hogar? ¿Sigue siendo el mismo?
En estos casos suele aparecer lo que se llama, Síndrome del viajero eterno. En psicología, también es conocido como Choque cultural.

Es el impacto psicológico que tiene una persona cuando regresa a su país o ciudad de origen, después de haber vivido en un lugar distinto durante un periodo largo de tiempo. Deben enfrentarse a una readaptación, ya que la sensación que tienen es que no son de ninguna parte, no se sienten parte del lugar actual, pero al volver tampoco sienten que éste es su hogar, perciben que es distinto a lo que recordaban y ya no se sienten identificados con el. Deben aprender nuevos procesos, ya que muchas de las reglas sociales y de comportamiento han cambiado en su ausencia.
Todo esto provoca una tensión emocional y mental, que les provoca miedo, ansiedad, nostalgia…e incluso puede traducirse en sintomatología física, como dolores de cabeza, insomnio, aburrimiento, apatía, agresividad, pérdida de apetito o bien al contrario, comer, beber o limpiar compulsivamente, ataques de llanto injustificados…
Lo curioso, es que se mezclan las ganas de volver al país de origen, por la sensación que se tiene de perder a la familia, los amigos, etc pero al llegar se siente nostalgia y ganas de volver al país actual. Es como ser de ninguna parte. Toda esta tensión psicológica puede producir afectación en la identidad personal y en la autoestima.
Pero ¿cuáles son las causas? Conozcámoslas:
– En todas las culturas y países, existen una serie de claves culturales y pautas conocidas de forma inconsciente que nos dan sensación de pertenencia. La separación de estas, y el aprendizaje de las nuevas, hace que al volver al país de origen sientas algo parecido a lo que sentiste cuando llegaste al nuevo lugar, porque esas pautas ya no son las tuyas.
– La ambigüedad de lo nuevo. Cuando llegamos a un nuevo lugar todo nos parece extraño, pero poco a poco vamos adaptándonos, hasta tal punto, que cuando volvemos al lugar de origen es ese el que nos parece raro y nuevo.
– Al llegar a un nuevo lugar, nos empezamos a cuestionar valores de nuestra cultura o país que antes nos parecían del todo adecuados y normales, debido a las diferencias culturales. Este cuestionamiento al volver al país de origen, se agravan al comprobar de primera mano esas diferencias.
Pero no os preocupes viajeros, que esta sensación no dura eternamente. Veamos las fases del Choque Cultural:
– La luna de miel o euforia inicial: Durante los dos primeros meses aproximadamente, todo es novedad, la ciudad, los olores, la comida, las personas…casi no tienes tiempo de pensar en nada más, son como unas vacaciones.
– El rechazo o irritabilidad y hostilidad: la luna de miel ya ha finalizado. Lo nuevo ya no te llama la atención y empiezas a encontrarte con problemas que no tenías antes. Empiezas a comparar aquellas cosas que aquí te suponen un problema y en tu ciudad de origen ni lo tenías que pensar. La comida no está tan buena, la gente es más fría, me cuesta hacer amigos…
– La regresión: empiezas a echar de menos tu ciudad y te planteas constantemente que estás haciendo allí, porque tomaste esa decisión y que estás haciendo en un país como ese que ni siquiera es tan bueno como tú pensabas. Empiezas a idealizar tu ciudad, a recordarla como perfecta.
– La negociación o ajuste gradual: la sensación de la regresión empieza a disminuir y empiezas a recordar porque decidiste irte y con qué objetivo. Dejas de verlo todo de color tan negro y empiezas a aceptar las cosas como son: de acuerdo, la gente es fría, la comida no es tan bueno…pero es lo que hay. Te esfuerzas por aceptar esa nueva cultura en la que estas inmerso.
– La recuperación o adaptación o biculturalidad: ya estas casi adaptado al nuevo lugar y a su forma de vida. Ya conoces lo que te gusta y lo que no, así que disfrutas de lo que te gusta y evitas lo que no. Cada lugar es diferente, y esa nunca será como tu ciudad de origen, pero no hay que comparar. Te limitas a vivir.
Y aquí viajeros es cuando aparece esa sensación…
– El choque cultural reverso: Vuelves a tu país y las cosas no son lo que eran. Lo habías idealizado tanto, que solo recordabas las cosas buenas. Tu país sigue igual, pero tú tienes la sensación de haber cambiado. Ya no te sientes tan cómodo en lo que era tu “casa” y ahora lo que idealizas es el nuevo lugar. Tienes ganas de volver allí. Sientes que no eres ni de aquí ni de allí, de ninguna parte.

Pero no os preocupéis, como he dicho esta sensación no dura para siempre. Veamos ahora algunas formas de minimizar o llevar mejor el choque cultural:
– Intentar conocer al máximo ese nuevo lugar. Contra más información tengamos, más sensación de pertenencia tendremos.
– Buscar conscientemente razones lógicas para lo que nos parece extraño, confuso o amenazante, tanto en la nueva cultura como al volver al país de origen.
– No despreciar la nueva cultura o sus actitudes. Eso hace que idealicemos aún más nuestra cultura y vayamos olvidando sus cosas malas. Cada lugar es diferente y tiene cosas positivas y negativas.
– Esperar y buscar una experiencia positiva de cada situación. Aunque es difícil debemos limitarnos a vivir la experiencia y a sacar el máximo provecho de ella.
– Ser consciente de que estás viviendo un cambio emocional y físico. Y que al volver al lugar de origen te sucederá eso. El darle consciencia y que no sea una sorpresa minimiza los efectos.
– Canaliza esa sensación de forma positiva. En lugar de llorar, vete a comer con tus amigos/as a una terraza al sol y ríete durante horas, vete de compras o a pasear, disfruta de tu ciudad de origen y reencuéntrate con ella.
Finalmente recordar, que esa sensación no durará para siempre, o bien os volveréis a sentir de vuestra ciudad de origen si os quedáis, o bien vuestra identidad de pertenencia viajará con vosotros al nuevo lugar.

72 respuestas a “Síndrome del viajero eterno o choque cultural”
Tambien es bueno ver la razon inicial del viaje., si es por necesidad, si por es por aventura, muchas personas viajan buscando lo que en sus paises no consiguen, oportunidades, seguridad, placer, amistades e inclusos negocios.. todo depende de como se mire ..
estoy totalmente de acuerdo con las fases del viaje, en especial el choque cultural , en mi experiencia mi primer viaje fue a españa y aun que es el mismo idioma el choque fue fuerte, luego me mude a dublin donde es mas facil, y he dedicado varios años a ayudar a personas que comienzan su viaje con la intencion del dominar el ingles..
les dejo mi blog,,,, un abrazo…
http://www.irlanglish.com
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Soy de un pueblo grande de España…tan grande como una ciudad pequeña. A los 17 me fui a Inglaterra a estudiar y viví 1 año, era feliz pero idealizaba tanto mi lugar de origen que sentía nostalgia. Volví a España a terminar unos estudios y a los pocos meses me volví a Inglaterra…el gusanillo del viajero ya lo tenía dentro y pasé otro año. Volví a España…el pueblo era cada vez más un pueblo…la gente ya no era la misma o yo la veía con otros ojos…volví a marcharme esta vez 1 año en Munich…qué feliz…estudiar trabajar vivir conocer ser yo mismo más que nunca…y volví a mi pueblo natal…ya no lo podía soportar, la mentalidad y los valores y opiniones de quienes habían sido mis amigos y mi familia ya no eran los míos…algunos me tildaban de darme ínfulas de algo o creerme superior…no, no era eso…Repetí viajes de muchos meses por Francia, Italia, Escocia…y pasé largas temporadas como mochilero en la India, Tailandia, Filipinas, Nepal, Brasil, Argentina, Cuba… y la vuelta era terrible cada vez más, no me reconocía en ese pueblo ni entre aquellas gentes, no era ni de allí ni de acá, todos me veían raro, confundian mi terror al sentimiento de desubicación con soberbia por mi parte. Decidí irme lejos de aquel pueblo a una ciudad mediana pues mi trabajo me permitía cambios de residencia. Nunca fui la misma persona y añoro tanto al YO viajero que no me sé relacionar, con cada viaje iba construyendo un muro cada vez más alto…yo, siempre deseando conocer lugares y gentes de todo el mundo ahora estaba tan desubicado y con un desarraigo tal que hubiera dado igual estar viviendo en cualquier otra parte porque no podía y nunca he podido volver a llamar «mi hogar» a mis nuevas casas…Yo fui una persona feliz hasta el extremo, cada viaje lugar gentes amigos…nunca se ha vuelto a repetir, y la sensación de desarraigo y de no pertenecer a ninguna parte son y están para siempre…algo falló, algo no hice bien o no supe controlar y vivir y hacer mía la diferencia…la evolución como persona del mundo… Algo falló…
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Llevo sintiendo esto y tengo todos los síntomas, pero me ha pasado al regresar a casa y a lo de antes …
como superarlo mejor ? Como Canalizar Esto En Positivo ?
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Volvi hace cuarenta días a la Argentina, estuve estudiando 9 meses en Madrid y la verdad es que no me siento ni que soy de acá, ni de allá…todo me aburre, todo me genera dudas, tengo que rearmar mi vida y no se por dónde empezar….todo el mundo me dice que tengo que tener paciencia, pero la verdad que ya me estoy cansando de esta inestabilidad….espero que esta sensación pase de una buena vez por todos.
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Cuánto puede tardar adaptarse a regresar al país de origen después de varios años fuera? Es válido no querer sentirse propio de la cultura de origen? Volví a un país que se cae de violencia, corrupción, falta de empleo y falta de ayuda entre la gente.
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me siento mas q identificada,llevo casi 3 años q regrese a mi pais natal y no me adapto,pienso volverme nuevamente al pais q he vivido 13 años….extraño y ya no encuentro satisfaccion en mi pais,es triste,pero es la realidad!! muy buen articulo,pase x todas esas etapas mencionadas.
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[…] El síndrome del viajero eterno y el choque cultural por fases, diagrama y hasta consejos para mirarlo por el lado optimista si estás en fase depresión a la vuelta. Genial. […]
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Muy buen análisis. Me parece que lleva mucha razón. Saludos.
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Me pasa igual después de vivir 12Años tan adaptado y feliz en VAlencia, ya casi 2 años sigo sin reencontrar mi adaptación en mi ciudad, pero mi vuelta aunque de vacaciones creó me conformará. Excelente artículo enseña como sobrellevar esta situación.
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muy cierto todo lo que dices. me parecio muy interesante el articulo https://montsepia.wordpress.com/
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Uff no se cómo empezar……..yo ahora estoy pasando el estado de volver a mi ciudad natal. He estado fuera mucho tiempo, llegué a conseguir todas mis metas….pero sentí que era hora de volver y ahora estoy en un sin vivir….He leido este artículo y al menos se que me pasa ahora y porqué me siento así. Llevo varios meses en mi ciudad, Sevilla y mira que estando fuera la idealizaba y echaba de menos, pues ahora estoy totalmente perdida. Tengo mucha angustia, no me acabo de adaptar. Un día siento añoranza por el país donde estuve viviendo, otras veces ganas de llorar, todo me parece aburrido, sin ilusión….sin ganas de hacer cosas, insomnio…. ojalá que se me pasé pronto porque realmente me siento super descolocada. Gracias por el artículo. Me ha servido de gran ayuda.
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Rocío, te entiendo perfectamente. A mí me ha pasado lo mismo. He vuelto a mi ciudad (Santa Cruz de Tenerife) hace ya dos años. Los primeros dos meses me los pasé llorando en mi casa, y desde entonces sigo sin adaptarme, todo me parece aburrido, no me motiva ningún plan, veo siempre la misma gente, las mismas calles, los mismos sitios…y eso que se supone que vivir en Canarias es calidad de vida y buen tiempo y demás…no me encuentro, siento que he cambiado y que el resto sigue igual…mis amigos que se quedaron no han evolucionado, y yo soy una persona distinto. Echo de menos demasiadas cosas…seguiré intentando adaptarme, aunque también considero la opción de volverme a ir…
Mucho ánimo, intenta ver el lado positivo de Sevilla, de estar en España, y sé feliz!
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Que fue al final ? Te adaptaste?
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Muchas gracias por la información. Actualmente vivo en España, y cuando llegué acá lo pasé mal, aunque al final terminé adaptándome. Ahora estoy a punto de volver a mi país de origen e igualmente lo estoy pasando fatal. Me alivia saber que no soy la única que sufre este síndrome y que es cuestión de tiempo para re-adaptarse 🙂
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Mejor descrito imposible, hace 4 años me fui de mi país de origen para comenzar una vida de nuevas oportunidades, tengo todo este tiempo viviendo en Bogotá Colombia, en un inicio todo era maravilloso pero a medida que pasaba el tiempo me di cuenta que no logró adaptarme voy de vacaciones a mi ciudad de origen y en un principio me gusta pero al cabo de unos días ya me quiero regresar a mi actual hogar,es algo muy confuso,quisiera estar un poco más clara esta situación me causa un poco de estrés, al leer este artículo me hizo entender que debo profundizar un poco más del tema, excelente información.
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Es horrible sentir que no se es ni de aquí ni de allá, siempre pensando en volver a mi hogar (país de origen) y cuando he vuelto siento que he dejado mi hogar (país al que fui). Cuánto puede durar esto?. Alba dice en el comentario anterior que «el duelo está ahí» y es duro sentir eso, esa sensación de no pertenencia, de no encontrar tu lugar, de ser la pieza del puzzle que no encaja en ninguno de los dos sitios, de extrañar un lugar y el otro a la vez, de sentir que ya no puedes echar raíces en ningún lugar porque tienes el corazón dividido, desear volver al lugar del que te quisiste ir y cuando estás allí, querer volver al lugar del que te marchaste. Es bueno saber que hay gente que pasa por lo mismo y que esto es normal.
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me gustaría consolarme con tu comentario, pero en mi caso no ocurre eso. Desde hace 10 años, que me fui a estudiar, no he conseguido estar mas de 6 meses en un mismo lugar. mi vida entera se adapta a ese deseo de busqueda. inconscientemente me las he apañado para trabajar de tal manera que si quisiera , cada semana cambiaria de lugar…llego errando por varios paises sin conseguir nada en claro, solo busco y no tengo claro el qué. a veces me pregunto si realmente esa es mi naturaleza , o me sólo me he «adaptado» a la inercia de ser nomada…en todo caso, siento que siempre seré una «abandonadora» de lugares, personas y culturas,no me queda otra opcion que seguir buscando mi sitio…
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Interesante como describes lo que te pasa. Yo me siento igual, y a veces pienso si se deberá como una especia de huida hacia delante por no querer enfrentar ciertos hechos que no me gustan o evitarlos.
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Elena…si supieras cómo te entiendo…asi vivo yo, sin poder llamar «mi hogar» a ninguna parte donde he vivido. Si hubiera sabido antes de todos aquellos viajes que toda aquella libertad tendría un precio tan alto no volvería a hacer mi equipaje…Sí, gané muchas cosas, pero perdí muchas más.
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… Qué peligro encontrarse con una persona que no se quede en ningún lado nunca…
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