El miedo

2–4 minutos

Estás cruzando la calle y de pronto giras la cabeza y ves que se acerca un coche a mucha velocidad. De repente, te late el corazón muy rápido, palideces, se dilatan tus pupilas, arrugas la frente y la respiración se acelera…tienes miedo.

Las emociones catalogadas como «negativas» son tan importantes para nuestro organismo como las catalogadas como positivas. Las emociones «negativas» básicas son: miedo, ira, tristeza y asco.

El miedo es una respuesta emocional básica para cualquier ser humano y cualquier animal. Es la respuesta que produce el cuerpo ante la presencia de un daño psíquico o físico. La intensidad de la respuesta emocional, dependerá de la valoración que el cerebro haga sobre las consecuencias de ese daño hacia nuestra persona.

Cuando el cuerpo percibe un posible daño al organismo o a nuestra psique, provoca una respuesta automática en nuestro organismo. La amígdala es una estructura situada en el sistema límbico y es la encargada de generar las respuestas emocionales. Cuando se detecta esa amenaza, la amígdala orquesta una respuesta rápida en todo el cuerpo. Ésta, envía un mensaje al S.N.A (sistema nervioso autónomo), que tiene dos ramas, el S.N.S (sistema nervioso simpático) y el S.N.P (sistema nervioso parasimpático). El simpático, se encargará de liberar la energía corporal necesaria para estar preparado para afrontar ese miedo. Cuando este se activa todas sus partes responden, por eso cuando sentimos miedo no solo experimentamos una o dos sensaciones, sino más.

Algunos efectos que se producen al sentir miedo son:

  • Segregación de adrenalina y noradrenalina
  • Incremento del metabolismo celular
  • Aumento de la presión arterial
  • Aumento de la glucosa en sangre (para una mayor activación cerebral)
  • Mayor fluidez de la sangre a las extremidades y el corazón (para huir o responder con más rapidez y eficacia)
  • Mayor abertura de los ojos (para tener mayor visión de la situación)
  • Dilatación de las pupilas (para facilitar la entrada de luz y ver mejor)
  • Tensión muscular

Una vez se haya dado una respuesta, el S.N.S se detendrá con la activación del S.N.P, el cual se encargará de devolver el cuerpo a su estado normal. La adrenalina y la noradrenalina, tardan algún tiempo en ser eliminados de la sangre, es por eso que pasado el peligro aún nos seguimos sintiendo inquietos.

La respuesta que da el organismo ante el peligro pueden ser tres: Ataque, Huida o Paralización.

El miedo puede convertirse en patológico. Eso sucede cuando deja de ser adaptativo, es decir, ya no aparece para ayudarnos a nuestra supervivencia, sino que «toma el control» y se hace presente de forma descontrolada. Algunos ejemplos de miedo desadaptativo serian los ataques de pánico, las fobias o la ansiedad generalizada.

Vamos a ver algunos consejos para sobrellevarlo y que no se convierta en desadaptativo:

  • No obedezcas a tus miedos. No dejes que controlen tu vida.
  • Asegúrate de qué es lo que te da miedo. Muchas veces sentimos miedo pero no sabemos exactamente a qué. Escúchate.
  • No tengas miedo de sentir miedo. Aunque sea (muy) desagradable, es solo tú emoción.
  • Recuerda que no eres el único que siente miedo. Todos tenemos miedo. Es natural.
  • Modifica la visión de tu entorno. A veces los miedos son causados por una tergiversación de la realidad.
  • Enfréntate a tus miedos. Si es necesario con ayuda de un profesional.
  • Aprende técnicas de relajación y respiración. No olvides que el miedo es una reacción fisiológica emocional, así que encuentra formas de comunicarte con tu cuerpo.

¡No te rindas!. Piensa que es peor convivir para siempre con un miedo, que enfrentarse a él y vencerlo.